Siempre he tenido una vida ocupada, equilibrando entre el trabajo, la familia y numerosas actividades. He disfrutado de todo ello. Sin embargo, hace unos tres años, comencé a experimentar problemas de salud. Estaba luchando seriamente, sintiéndome exhausta y sin energía para salir el día. Cuando fui al médico, me dijo: “Estás casi al borde de una insuficiencia cardíaca. Ve a urgencias lo antes posible”. Me dijeron que necesitaría una cirugía para tratar mi condición. Mientras esperaba que programaran mi cirugía, con el cuidado adecuado, eventualmente me sentí mejor y decidí entrenar para un medio maratón más, para así estar en la mejor forma posible justo antes de la cirugía.

Las lesiones en las pantorrillas dificultaban el entrenamiento. Así que fui a un quiropráctico, y ahí fue cuando mi vida cambió. Mi quiropráctico me preguntó: “¿Qué haces para descansar y liberar estrés?” Yo dije: “Corro”. Ella se rió y respondió: “Eso no es descansar. Cuando corres, todavía estás en modo de lucha o huida. Tu sistema necesita descansar y digerir para recuperarse completamente del estrés. ¿Meditas?” Yo dije: “No”. “¿Haces yoga?” “No”, respondí. Así que ese día, salí del consultorio del quiropráctico con tarea.

Pasaron meses, corrí el medio maratón y me operaron. Ahora estaba en casa, descansando y recuperándome de la cirugía, y no tenía excusa para decir que no tenía tiempo. Cuando intenté meditar por primera vez, mi mente no se detenía, y pensé: “Qué pérdida de tiempo, podría estar haciendo tantas cosas en lugar de esto”.

Pero el universo tiene una manera de ponernos en el camino que estamos destinados a seguir. Una amiga mía estaba celebrando su cumpleaños con una ceremonia de cacao y me invitó. Esa fue la puerta para conocer a una comunidad de personas interesadas en la meditación, el yoga y todas las cosas espirituales. Mi curiosidad creció. Era como seguir un rastro de migas de pan; una cosa me llevaba a otra, y estaba fascinada.

Me inscribí en un estudio de yoga cerca de casa, y empezaron a suceder cosas extrañas. Comencé a recordar mis sueños; eran más vívidos y tenían significado. Luego, una mañana, me desperté con dos palabras muy claras en mi cabeza, como si estuviera destinada a recordarlas. Esas dos palabras eran “Spiritual Unfolding” que en español significan “Despliegue Espiritual”.

No sabía qué quería decir esto. Estaba segura de que no había escuchado esas palabras antes, ni las había leído en ningún lugar. Estaba intrigada y le conté la historia a mi nueva amiga espiritual con quien había reservado una regresión a vidas pasadas. Ella lo llamó un “despertar espiritual”. Tampoco entendía lo que significaba eso, pero estaba empezando a darme cuenta de que el rastro de migas de pan era largo, y apenas estaba al principio del mismo.

Con el paso de las semanas, comencé a sentir una sensación de hormigueo en mis manos y en la parte superior de mi cabeza. Empecé a meditar y finalmente encontré significado y alegría en ello. Luego sentí un fuerte llamado a aprender sanación energética y me inscribí en un retiro de Reiki. Fue un poderoso viaje de tres días que expandió mi comprensión de la energía vital y despertó mi intuición.

La frase “Spiritual Unfolding” seguía resonando en mi cabeza. Las palabras “unfold”, “unfolding” (desplegar,  despliegue) y términos relacionados a menudo eran mencionados por las personas a mi alrededor. Las leía o escuchaba en diferentes contextos, como si fuera un recordatorio de algún tipo. Sentía que estaba destinada a hacer algo con eso, pero no sabía qué. Pensé que tal vez una cuenta en Instagram podría ser un buen comienzo. Para mi sorpresa, el nombre no había sido utilizado. Así que creé la cuenta, pero no sabía qué hacer con ella, por lo que poco después, la cerré.

Sin embargo, el pensamiento seguía ahí; esas palabras tenían que significar algo. Durante una lectura Akáshica, pregunté de nuevo sobre ello. La respuesta fue breve. Me dijeron que iba a suceder rápido una vez que se diera la señal para comenzar. “Spiritual Unfolding” permanecía siendo un enigma para mí.

Pasaron unos meses, y por segunda vez, creé la cuenta. Pero al igual que la primera vez, no tenía idea de qué hacer con ella, así que la cerré de nuevo. Si esto estaba destinado a ser, el nombre estaría disponible cuando descubriera de qué se trataba, pensé.

Un día, estaba hablando con mi mamá sobre mi experiencia de regresión a vidas pasadas. Ambas estábamos fascinadas, viendo documentales e intercambiando historias. Esto me llevó a inscribirme en una Certificación de Hipnosis Clínica en la Universidad de Toronto. Luego, seguí con la formación en Regresión a Vidas Pasadas y Vida Entre Vidas. Completé toda la formación en aproximadamente un año y de repente me di cuenta de que “Spiritual Unfolding” podría convertirse en el nombre de mi práctica.

Por tercera vez, el nombre seguía disponible. ¡No podía creerlo! A pesar de sentirme algo aterrorizada, estaba emocionada sabiendo que finalmente era el momento de dar vida a Spiritual Unfolding™.

Las cosas se alinearon tan perfectamente. Todo lo que podría necesitar y pensar comenzó a aparecer: los mentores, el conocimiento, las herramientas, el sitio web, el logo, los diseños, la marca, la inspiración, las ideas, todo llegó en cuestión de unos días. Spiritual Unfolding™ ya tenía vida. Nunca podría haber imaginado que sucedería tan rápido y de manera tan mágica.

Mi viaje continúa, esto es solo el comienzo. Actualmente, por ocupada que esté, me aseguro de tomarme el tiempo para enfocarme en mí misma, ir dentro de mí y hacer el trabajo interno que esta profesión requiere. Estoy formándome en Constelaciones Familiares y espero incorporarlas en mi práctica en un futuro cercano.

Hoy, me siento profundamente agradecida con todos quienes han sido parte de esta historia, e increíblemente privilegiada de compartir este viaje con ustedes. Mi propósito nunca ha sido más claro, y me llena de alegría y gratitud poder apoyarte mientras emprendes tu propio camino de Despliegue Espiritual.

“Hay personas especiales que son puestas en esta tierra para ayudarnos a sanar y descubrir nuestro verdadero yo; Leslie es una de ellas. Su naturaleza calmada, accesible y entusiasta son solo algunas de las razones por las que la recomiendo. Ella pudo identificar rápidamente en qué quería mi alma que trabajara. Y me sorprendió lo cómoda que me sentí con ella… Estás en buenas manos con Leslie.”
- Denise O.